Historia

Como estudiante de posgrado en la Universidad de Wisconsin, Anne Savage tenía el sueño de iniciar el primer programa de conservación de titíes cabeciblancos en Colombia. Como alumna del Dr. Charles Snowdon, comenzó a realizar su sueño al comenzar el primer programa de investigación de campo a largo plazo en Colombia en 1987. Comenzó sus estudios sobre titíes cabeciblancos en Colosó, en la estación de campo de primates del INDERENA “Proyecto Primates”. Si bien se recopilaron por primera vez importantes datos de campo a largo plazo sobre los titíes cabeciblancos, para Anne se hizo evidente que los estudios científicos por sí solos no eran suficientes para salvar al tití. Si los esfuerzos de conservación para salvar al tití cabeciblanco de la extinción iban a tener éxito, era necesario involucrar a las comunidades locales, quienes eran directamente responsables de competir por los mismos recursos naturales  que los titíes cabeciblancos necesitaban para sobrevivir y era necesario conseguir  líderes en Colombia para defender y trabajar por la causa.

  

Los primeros programas de educación informal comenzaron en 1987 cuando los niños de la escuela local en Colosó recibieron el primer artículo sobre la importancia de salvar al tití cabeciblanco y como podían ayudarlo. Anne dirigió excursiones a la estación de campo y al bosque para conocer a los titíes y los estudiantes pudieron ver de primera mano lo importante que era proteger los bosques para estos asombrosos animales. Cuando Anne les enseñó a los niños sobre la conservación, también descubrió la necesidad de ayudar a las personas a reducir la cantidad de recursos naturales que afectaban el bosque, lo que llevó a nuestro compromiso de crear alternativas sostenibles para las comunidades. Se lanzó nuestro primer programa para reducir el uso de leña mediante la utilización de los bindes, pequeños hornos elaborados en arcilla. Hoy nuestros programas han crecido para para involucrar a las comunidades en los esfuerzos para reducir el uso indiscriminado de los recursos del bosque. Anne reclutó a varios biólogos colombianos, especialmente Luis Soto, quien recientemente se pensionó, pero quien aún continúa colaborando como Biólogo Conservacionista Emérito. Luis Soto trabajó para construir un equipo de líderes, biólogos, educadores e influenciadores colombianos, que luego lideraría uno de los programas de conservación más exitosos e influyentes de Colombia para proteger al tití cabeciblanco. En 1999, trasladamos nuestro programa de campo a Santa Catalina y trabajamos en estrecha colaboración con muchas comunidades en los departamentos de Atlántico y Bolívar a medida que nuestros programas educativos y comunitarios continuaban creciendo y prosperando. Se desarrollaron asociaciones con varias organizaciones en Colombia, hasta que formamos nuestro Proyecto Titi, Inc 501c3 en los Estados Unidos en 2004 con la Dra. Anne Savage como Directora Ejecutiva. Nuestra búsqueda para encontrar un líder que pudiera crear nuestra organización colombiana sin fines de lucro, Fundación Proyecto Tití, y llevar a esta organización a la siguiente fase de gran crecimiento se logró cuando conocimos a Rosamira Guillén, la ex directora del Zoológico de Barranquilla. En 2005, Rosamira se unió a nuestro equipo como Directora Ejecutiva de la Fundación Proyecto Tití y ha sido responsable del impresionante crecimiento de nuestros programas y del reconocimiento nacional e internacional que Proyecto Tití ha obtenido a lo largo de los años por nuestros esfuerzos para proteger a los titíes cabeciblancos. Bajo la dirección de Rosamira, los programas educativos de Proyecto Tití se han expandido a más comunidades. Además, se han lanzado nuevas iniciativas comunitarias, se ha utilizado la investigación científica para influir en la política de conservación colombiana, se han creado nuevas alianzas con organizaciones en Colombia, y la protección y restauración de su hábitat, se ha convertido en un aspecto importante del éxito a largo plazo de la conservación del tití cabeciblanco y el bosque seco tropical.

 


DONA PARA PROTEGER AL TITÍ